Las emociones son una parte esencial de la naturaleza humana. Sin ellas seríamos psicópatas. Si, en cambio, las reconocemos y las manejamos de una manera productiva, aumentaremos nuestro desarrollo personal.
La educación emocional no consiste en dejar fluir los sentimientos. Es también muy importante aprender a comprenderlos y a controlarlos.
Ser emocionalmente inteligente significa reconocer las emociones propias y ajenas, su magnitud y sus causas. Poseer habilidades emocionales significa saber manejar las emociones a partir del conocimiento de las mismas. A partir de la educación emocional, aprendemos cómo expresar nuestros sentimientos, dónde y cuándo hacerlo y cómo afectan ellos a los demás. También aprendemos a hacenos responsables de los efectos de nuestros sentimientos.
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