Un grupo de investigadores de la Universidad de Santiago participa desde hace meses en la creación de un nuevo videojuego basado en la inteligencia emocional. Esta nueva perspectiva enfocada hacia el campo del ocio se basa en la capacidad para reconocer sentimientos tanto propios como ajenos. Una cualidad que —gracias a los aportes del Instituto de Investigaciones Tecnológicas de la USC— enriquecerá los avatares de los personajes de la ficción. «Se trata de analizar aspectos como la posición del cuerpo o las expresiones de la cara del jugador, estudiando también las respuestas que emite a ciertas preguntas», explica Julián Flores, coordinador del grupo de trabajo.
El objetivo de esta creación, que se está desarrollando en colaboración con la productora audiovisual gallega Continental, es plantear al jugador una serie de circunstancias y situaciones a modo de reto para que éste las supere. La novedad, en este caso, radica en que la consola detecta una serie de emociones y «el juego transcurrirá en función de las mismas». Además, para que el funcionamiento del videojuego a nivel de comportamiento sea totalmente fiel y realista, un grupo de expertos en el área de la psiquiatría apoyará al equipo creativo. «Se trata de analizar aspectos como la posición del cuerpo o las expresiones de la cara del jugador, estudiando también las respuestas que éste emite a determinadas preguntas» apuntó Flores.
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