Cada una de las 5 Habilidades Prácticas de la Inteligencia Emocional, fueron a su vez subdividas, por el Dr. Daniel Goleman, en diferentes competencias.
Estas capacidades son:
Autoconciencia: Implica reconocer los propios estados de ánimo, los recursos y las
intuiciones. Las competencias emocionales que dependen de la
autoconciencia son:
-
Conciencia emocional: identificar las propias emociones y los efectos que pueden tener.
-
Correcta autovaloración: conocer las propias fortalezas y sus limitaciones.
-
Autoconfianza: un fuerte sentido del propio valor y capacidad.
Autorregulación: Se refiere a manejar los propios estados de ánimo, impulsos y
recursos. Las competencias emocionales que dependen de la
autorregulación son:
-
Autocontrol: mantener vigiladas las emociones perturbadoras y los impulsos.
-
Confiabilidad: mantener estándares adecuados de honestidad e integridad.
-
Conciencia: asumir las responsabilidades del propio desempeño laboral.
-
Adaptabilidad: flexibilidad en el manejo de las situaciones de cambio.
- Innovación: sentirse cómodo con la nueva información, las nuevas ideas y las
nuevas situaciones.
Motivación: Se refiere a las tendencias emocionales que guían o facilitan el
cumplimiento de las metas establecidas.
-
Impulso de logro: esfuerzo por mejorar o alcanzar un estándar de excelencia laboral.
-
Compromiso: matricularse con las metas del grupo u organización.
-
Iniciativa: disponibilidad para reaccionar ante las oportunidades.
-
Optimismo: persistencia en la persecución de los objetivos, a pesar de los
obstáculos y retrocesos que puedan presentarse.
Empatía: Implica
tener conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones
de los otros.
-
Comprensión de los otros: darse cuenta de los sentimientos y perspectivas de los compañeros
de trabajo.
-
Desarrollar a los otros: estar al tanto de las necesidades de desarrollo del resto y reforzar
sus habilidades.
-
Servicio de orientación: anticipar, reconocer y satisfacer las necesidades reales del
cliente.
-
Potenciar la diversidad: cultivar las oportunidades laborales a través de distintos tipos de
personas.
-
Conciencia política: ser
capaz de leer las corrientes emocionales del grupo, así como el
poder de las relaciones entre sus miembros.
Destrezas
sociales: Implica
ser un experto para inducir respuestas deseadas en los otros. Este
objetivo depende de las siguientes capacidades emocionales:
-
Influencia: idear efectivas tácticas de persuasión.
-
Comunicación: saber escuchar abiertamente al resto y elaborar mensajes
convincentes.
-
Manejo de conflictos: saber negociar y resolver los desacuerdos que se presenten dentro
del equipo de trabajo.
-
Liderazgo: capacidad de inspirar y guiar a los individuos y al grupo en su
conjunto.
-
Catalizador del cambio: iniciador o administrador de las situaciones nuevas.
-
Constructor de lazos: alimentar y reforzar las relaciones interpersonales dentro del
grupo.
-
Colaboración y cooperación: trabajar con otros para alcanzar metas compartidas.
-
Capacidades de equipo: ser capaz de crear sinergia para la persecución de metas
colectivas.
Estas habilidades se aprenden.
Estas habilidades se aprenden.
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