marzo 05, 2010

Una cualidad envidiable

El otro día recibí una invitación para acudir a desayunar con un grupo de ex alumnas del colegio donde estudié. La persona que firmaba la invitación, un profesor muy querido, anotaba con brevedad lo más relevante de cada una de las convocadas.

Aunque nuestros caminos difieren, en el fondo seguimos siendo las mismas que en los años sesenta. Sin embargo, si en aquella época se hubiesen hecho predicciones, no coincidirían del todo con la realidad actual, ya que las que fueron más aventajadas en los estudios formales no son precisamente las que han obtenido un mayor número de logros.
TIP:
La razón es que en las aulas no suele medirse algo que es determinante para el éxito. Se denomina inteligencia emocional. En los sesenta no se hablaba de ella, pero las monjas lo tenían claro: el coeficiente intelectual no es lo más importante. Por ello nos proponían actividades opcionales que se adecuaran a las habilidades de cada una de nosotras. De esta manera se nos daba la oportunidad de destacar y mantener alta la autoestima.

En el libro "La inteligencia emocional", se afirma que sólo el veinte por ciento del éxito tiene relación con el coeficiente intelectual. El resto, el ochenta por ciento, depende de habilidades como el autoconocimiento, la motivación, la empatía, el manejo de las relaciones y el control emocional.

Dice Goleman: "Las personas con habilidades emocionales bien desarrolladas tienen más probabilidades de sentirse satisfechas y ser eficaces en su vida". Por ello, muchas empresas cuando seleccionan personal, valoran la forma en que los candidatos manejan sus emociones. Han comprendido que es más sencillo suplir una carencia de conocimientos con un curso de formación, que intentar lidiar con personas sin destrezas emocionales.

Las personas emocionalmente inteligentes son sensibles. Se toman las cosas con calma. Actúan con prudencia y respeto. No les interesa pasar por listos, sino alcanzar las metas con un comportamiento equilibrado, responsable y comprometido. 
Nota en el diario de Jerez