noviembre 19, 2024
octubre 03, 2024
Criar con empatía, el secreto de una infancia emocionalmente fuerte (Infobae)
Criar con empatía, el secreto de una infancia emocionalmente fuerte
El entorno familiar, las relaciones interpersonales y las experiencias de apego en los primeros años son esenciales para su salud mental de los niños.
Lic. Sonia Almada para Infobae
Los niños empáticos tienen mejor capacidad de resistencia y relaciones interpersonales (Istock)
Los niños empáticos tienen mejor capacidad de resistencia y relaciones interpersonales (Istock)
La empatía en la infancia no es solo una habilidad social, sino un componente esencial del desarrollo emocional y psíquico.
El entorno familiar, las experiencias tempranas de apego y la calidad de las relaciones interpersonales son determinantes clave en su desarrollo. Los niños empáticos tienden a ser más resistentes a los avatares de la vida, tener mejores relaciones interpersonales y menor riesgo de desarrollar problemas de salud mental en la adultez, según diversos estudios. También el contexto social, incluyendo la escuela y la comunidad, puede potenciar o inhibir el desarrollo empático.
Todos los que conocemos y también quienes trabajamos junto a niñas y niños pequeños, sabemos de esa predisposición a cuidar al peluche, darle de comer y acunarlo, animándolo y proyectando lo que supone que necesita alguien como ellos, se va adquiriendo a lo largo del desarrollo.
Es común observar que, ante una situación donde alguien se lastima, la primera reacción de los pequeños sea preguntar si le duele, lo que refleja una búsqueda inmediata de conexión con el malestar del otro.
Diversos estudios muestran cómo la calidad de las primeras relaciones y el entorno familiar afectan la capacidad empática de los niños, reduciendo riesgos de salud mental a futuro
Se han vuelto virales varios videos donde niños muy pequeños abrazan o consuelan a otros niños que están llorando o enojados y logran tranquilizarlos. Este comportamiento espontáneo es una manifestación de la empatía: la capacidad de ponerse en el lugar del otro y reconocer sus emociones.
En el artículo ”La empatía en la primera infancia” de María Celeste Gómez, la autora hace un desarrollo del concepto a lo largo de la historia y menciona que fue en el siglo XVIII Robert Vischer fue quien introdujo la palabra alemana Einfülung, la cual hace referencia a “sentirse dentro de”.
También hay otro concepto ligado al psicoanálisis desarrollado por François Jullien y es de disponibilidad: el filósofo francés señala que en la tradición china, la sabiduría no radica en imponer juicios o dominar la situación, sino en vaciar la mente y estar abierto a lo que el entorno nos ofrece sin intentar controlarlo.
Este concepto también tiene resonancias con la “atención flotante” de Freud, donde el analista debe estar disponible para recibir, sin prejuicios ni ideas preconcebidas, las emociones y palabras del paciente.
Los cuidadores pueden reforzar la empatía con disponibilidad emocional hacia los niños (Getty)
En este sentido, la disponibilidad puede verse como un complemento esencial de la empatía. Mientras que la empatía implica ponerse en el lugar del otro, la disponibilidad nos invita a estar abiertos a la experiencia del otro sin intentar categorizarla o entenderla de inmediato. Es un acto de presencia y de receptividad que permite una conexión más profunda, sin la urgencia de intervenir o interpretar. En lugar de solo “comprender” al otro, la disponibilidad nos permite simplemente estar con el otro, respetando su espacio emocional y permitiendo que surjan nuevas formas de entendimiento.
En los niños y niñas, la disponibilidad y la empatía surgen de manera natural. Recoger un gatito de la calle “porque tiene frío”, buscarle compañía a un muñeco para que no se sienta solo, o estar abiertos a recibir las emociones de los demás sin juzgar, solo ofreciendo apoyo, son gestos que brotan espontáneamente en la infancia. En esos primeros años, la ética que se manifiesta no tiene comparación: es una ética del cuidado y la conexión genuina con el otro, libre de prejuicios y llena de compasión.
En la clínica vemos a los niños pequeños acunar suavemente a sus muñecos, hablarles cálidamente, esto es un signo diagnóstico del tipo de vínculo que le fue planteado desde su nacimiento.
En cambio, en historias de maltrato infantil y la exposición a la violencia en los primeros años de vida se ven afectadas gravemente el desarrollo de la empatía y la disponibilidad. Los niños y niñas que han sufrido abusos o negligencia suelen tener dificultades para procesar y responder adecuadamente a las emociones de los demás, lo que muchas veces afecta su capacidad empática.
La negligencia y el abuso en la infancia pueden afectar gravemente el desarrollo de la empatía (Getty)
Desde el nacimiento, las conductas del bebé tienden y necesitan una respuesta en sus padres y cuidadores primarios, para obtener su atención y de esta manera lograr la supervivencia.
El llanto, la sonrisa, los berrinches actúan sobre las respuestas afectivas de sus cuidadores, sirviendo de guía para recibir atención. La relación afectiva temprana entre el niño y su cuidador primario es crucial para el desarrollo cognitivo, social y emocional. Si esta experiencia de confort y cuidado llegara a faltar, podría dar lugar a personalidades con dificultades para experimentar afecto, incluso con rasgos psicopáticos.
El llanto repetido de un bebé que es ignorado por sus cuidadores puede tener consecuencias profundas en el desarrollo del sentido de sí mismo y en la capacidad para establecer relaciones emocionales estables. En los primeros años de vida, el cachorro humano depende completamente de la respuesta emocional y física de sus cuidadores para regular sus emociones y formar una imagen interna de seguridad. Si en esta etapa crítica no se estuvo lo suficientemente disponible o se fue empático frente a lo que el bebé experimentaba, se genera una carencia emocional enorme.
Cuando no se responde adecuadamente al llanto o las necesidades del bebé, este aprende que sus emociones no son validadas ni atendidas, lo que dificulta el desarrollo de la confianza básica en los vínculos afectivos y en sí mismo. Esto impacta no solo en su capacidad para autorregularse, sino también en la manera en que podrá establecer relaciones en el futuro... Este tipo de negligencia emocional genera una desigualdad afectiva desde los primeros momentos de vida, limitando las posibilidades de un desarrollo emocional equilibrado.
Las experiencias de apego tempranas influyen en el desarrollo emocional infantil
La escuela y el entorno social juegan un papel importante en el desarrollo de la empatía y la disponibilidad, programas como la Educación sexual integral (ESI) y otros que apuesten a la educación emocional ayudan a los niños y niñas a respetar, apoyar y escuchar a los demás.
Es fundamental reconocer que la empatía y la disponibilidad juegan un rol crucial en el desarrollo emocional de los niños y niñas. Cuando los cuidadores practican ambas cualidades, ofrecen un entorno seguro donde los niños pueden aprender a regular sus emociones, entender sus sentimientos y desarrollar relaciones cuidadosas. Además, este acompañamiento afectivo durante los primeros años no solo fortalece su capacidad de resistencia ante la frustración, sino que también sienta las bases para su bienestar cognitivo, social y emocional a corto y largo plazo.
La empatía y la disponibilidad hacia el otro no son solo herramientas para la crianza, sino pilares en la construcción de un mundo más conectado y compasivo.
* Sonia Almada: es Lic. en Psicología de la Universidad de Buenos Aires. Magíster Internacional en Derechos Humanos para la mujer y el niño, violencia de género e intrafamiliar (UNESCO). Se especializó en infancias y juventudes en Latinoamérica (CLACSO). Fundó en 2003 la asociación civil Aralma que impulsa acciones para la erradicación de todo tipo de violencias hacia infancias y juventudes y familias. Es autora de tres libros: La niña deshilachada, Me gusta como soy y La niña del campanario.
septiembre 11, 2024
junio 07, 2024
LA EDUCACIÓN INDIRECTA: EL EJEMPLO DE LOS PROFESORES
INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA EDUCACIÓN
El manejo constructivo de las situaciones problemáticas –inevitables- exige de los profesores una gran cantidad de cualidades emocionales:
· Respeto por los alumnos, lo que les impide ser hirientes incluso cuando están enfadados o en el trato con alumnos difíciles.
· La capacidad de manejar la propia indignación.
· Un sentimiento de autoestima estable que les permita no convertir cada provocación de los alumnos en un ataque personal.
· La capacidad de ponerse en el lugar de los alumnos y comprender sus motivos.
· El conocimiento de que el tono que emplean en el trato con los alumnos actúa sobre el desarrollo emocional de los mismos.
Los alumnos que tienen profesores inteligentes, desde el punto de vista emocional, disfrutan más asistiendo a la escuela, aprenden sin pasar miedo alguno y van edificando una sana autoestima. Pero, sobre todo, la postura humana del profesor trasciende a ellos.
Un estudio norteamericano investigó las repercusiones que tenían los seminarios en los que se enseñaba a los maestros a comportarse con empatía en el trato con los alumnos y a evitar todo tipo de comentarios despreciativos.
Se observó un incremento en la autoestima entre los alumnos, un aumento del rendimiento escolar, una mejora de la creatividad, un descenso de las faltas de asistencia y, sobre todo, una disminución de los problemas relacionados con la disciplina. Los profesores que saben ponerse en el lugar de sus alumnos, y les salen al paso con respeto, contribuyen a que la jornada escolar esté menos marcada por la rabia, el miedo y la frustración. El ambiente, en general, es menos agresivo. Y los profesores empáticos contagian a sus alumnos su actitud ante la vida: el tono en el trato se hace más humano.
Por el contrario, los profesores que se enfrentan con regularidad a sus alumnos con desprecio, no deben sorprenderse de que sus discípulos pisoteen sin consideración alguna las emociones de sus compañeros más débiles: cuando se burlan sin piedad de los más torpes, durante la clase de deporte, o califican a un alumno que ha sacado una mala nota de ‘idiota con el cerebro amputado’.
junio 06, 2024
octubre 05, 2020
TEST DE PERSONALIDAD
Los 13 temperamentos
EL TEST ON LINE MÁS COMPLETO, REVELADOR E INTERESANTE.
PARA CONOCERTE Y CONOCER A LAS PERSONAS QUE MÁS TE INTERESEN.
Las trece categorías normales de estilos de personalidad que ofrecemos, como así también el test para establecer su personalidad particular, tienen su origen en el importante –algunos dirían revolucionario- sistema de clasificación de los TRASTORNOS de la personalidad publicado por la American Psychiatric Association. Se halla recogido en la ‘biblia’ de la psiquiatría norteamericana, el MANUAL DIAGNÓSTICO Y ESTADÍSTICO DE LOS TRASTORNOS MENTALES comúnmente llamado DSM-III-R.
Te ofrecemos:
- Gráfico,
- Resultados
- Ejemplos en cada área de la vida
- Ejercicios para mejorar cada estilo de personalidad.
- Material de estudio sobre nuestra propia vida y la de aquellos que nos interesan
- Una ayuda invaluable para mejorar nuestras habilidades sociales y empatía.
- Como opcional, además, puedes contratar una charla on line via Skipe con Abel Cortese para aprovechar al máximo las posibilidades del mismo.
-Descubre tus fortalezas, tu
potencial y tus puntos débiles.
-investiga tu temperamento y el de las personas que te interesen, (familia,
pareja, compañeros, etc) porque además del resultado propio tendrás acceso a
todos la información exhaustiva de todos los estilos de personalidad para
aprender e identificar a las personas que desees conocer en profundidad.
- Descubre por qué actúas de la forma en que lo haces.
-Conoce por qué entras en conflicto con algunas personas y por qué otras se
sienten atraídas por ti.
- Aprende, entre otras cosas, cuáles son tus aptitudes vocacionales, cómo tener
buenas relaciones con otras personas, qué debilidades naturales se deben
vigilar, con qué tipo de pareja deberías casarte o cómo puede mejorar la
eficacia de tu vida.
Informes: superpaulanieto@yahoo.com.ar
enero 20, 2020
Las emociones en la práctica de la enfermería.
Las emociones en la práctica de la enfermería. Tesis de Guadalupe Sánchez
Guadalupe Sánchez, de la Escuela Universitaria de Enfermería y Terapia Ocupacional
https://www.yorokobu.es/inteligencia-emocional-y-trabajo-futuro/
enero 07, 2019
Aprender con Humor
https://aprender-con-humor.blogspot.com/
abril 03, 2018
febrero 08, 2018
"Amigos por el viento"
Liliana Bodoc
Aveces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.
Cuando la vida se comporta de ese modo, se nos ensucian los ojos con los que vemos. Es decir, los verdaderos ojos. A nuestro lado, pasan papeles escritos con una letra que creemos reconocer. El cielo se mueve más rápido que las horas. Y lo peor es que nadie sabe si, alguna vez, regresará la calma.
Así ocurrió el día que papá se fue de casa.
La vida se nos transformó en viento casi sin dar aviso. Recuerdo la puerta que se cerró detrás de su sombra y sus valijas. También puedo recordar la ropa reseca sacudiéndose al sol mientras mamá cerraba las ventanas para que, adentro y adentro, algo quedara en su sitio.
–Le dije a Ricardo que viniera con su hijo.
¿Qué te parece?
–Me parece bien –mentí.
Mamá dejó de pulir la bandeja, y me miró:
–No me lo estás diciendo muy convencida...
–Yo no tengo que estar convencida.
–¿Y eso qué significa? –preguntó la mujer que más preguntas me hizo a lo largo de mi vida.
Me vi obligada a levantar los ojos del libro:
–Significa que es tu cumpleaños, y no el mío –respondí.
La gata salió de su canasto, y fue a enredarse entre las piernas de mamá.
Que mamá tuviera novio era casi insoportable. Pero que ese novio tuviera un hijo era una verdadera amenaza. Otra vez, un peligro rondaba mi vida. Otra vez había viento en el horizonte.
–Se van a entender bien –dijo mamá–.
Juanjo tiene tu edad.
La gata, único ser que entendía mi desolación, saltó sobre mis rodillas. Gracias, gatita buena.
Habían pasado varios años desde aquel viento que se llevó a papá. En casa ya estaban reparados los daños. Los huecos de la biblioteca fueron ocupados con nuevos libros.
Y hacía mucho que yo no encontraba gotas de llanto escondidas en los jarrones, disimuladas como estalactitas en el congelador.
Disfrazadas de pedacitos de cristal. "Se me acaba de romper una copa", inventaba mamá que, con tal de ocultarme su tristeza, era capaz de esas y otras asombrosas hechicerías.
Ya no había huellas de viento ni de llantos.
Y justo cuando empezábamos a reírnos con ganas y a pasear juntas en bicicleta, aparecía un tal Ricardo y todo volvía a peligrar.
Mamá sacó las cocadas del horno. Antes del viento, ella las hacía cada domingo.
Después pareció tomarle rencor a la receta, porque se molestaba con la sola mención del asunto. Ahora, el tal Ricardo y su Juanjo habían conseguido que volviera a hacerlas.
Algo que yo no pude conseguir.
–Me voy a arreglar un poco –dijo mamá, mirándose las manos–. Lo único que falta es que lleguen y me encuentren hecha un desastre.
–¿Qué te vas a poner? –le pregunté, en un supremo esfuerzo de amor.
–El vestido azul.
Mamá salió de la cocina, la gata regresó a su canasto. Y yo me quedé sola para imaginar lo que me esperaba.
Seguramente, ese horrible Juanjo iba a devorar las cocadas. Y los pedacitos de merengue se quedarían pegados en los costados de su boca. También era seguro que iba a dejar sucio el jabón cuando se lavara las manos. Iba a hablar de su perro con el único propósito de desmerecer a mi gata.
Pude verlo transitando por mi casa con los cordones de las zapatillas desatados, tratando de anticipar la manera de quedarse con mi dormitorio. Pero, más que ninguna otra cosa, me aterró la certeza de que sería uno de esos chicos que, en vez de hablar, hacen ruidos: frenadas de autos, golpes en el estómago, sirenas de bomberos, ametralladoras y explosiones.
–¡Mamá! –grité, pegada a la puerta del baño.
–¿Qué pasa? –me respondió desde la ducha.
–¿Cómo se llaman esas palabras que parecen ruidos?
El agua caía apenas tibia, mamá intentaba comprender mi pregunta, la gata dormía y yo esperaba.
–¿Palabras que parecen ruidos? –repitió.
–Sí –y aclaré–: Pum, Plaf, Ugg...
¡Ring!
–Por favor –dijo mamá–, están llamando.
No tuve más remedio que abrir la puerta.
–¡Hola! –dijeron las rosas que traía Ricardo.
–¡Hola! –dijo Ricardo, asomado detrás de las rosas.
Yo miré a su hijo sin piedad. Como lo había imaginado, traía puesta un remera ridícula y un pantalón que le quedaba corto.
Enseguida, apareció mamá. Estaba tan linda como si no se hubiese arreglado. Así le pasaba a ella. Y el azul le quedaba muy bien a sus cejas espesas.
–Podrían ir a escuchar música a tu habitación –sugirió la mujer que cumplía años, desesperada por la falta de aire.
Y es que yo me lo había tragado todo para matar por asfixia a los invitados.
Cumplí sin quejarme. El horrible chico me siguió en silencio. Me senté en una cama. Él se sentó en la otra. Sin duda, ya estaría decidiendo que el dormitorio pronto sería de su propiedad. Y que yo dormiría en el canasto, junto a la gata.
No puse música porque no tenía nada que festejar. Aquel era un día triste para mí. No me pareció justo, y decidí que también él debía sufrir. Entonces, busqué una espina y la puse entre signos de preguntas:
–¿Cuánto hace que se murió tu mamá?
Juanjo abrió grandes los ojos para disimular algo.
–Cuatro años –contestó.
Pero mi rabia no se conformó con eso:
–¿Y cómo fue? –volví a preguntar.
Esta vez, entrecerró los ojos.
Yo esperaba oír cualquier respuesta, menos la que llegó desde su voz cortada.
–Fue..., fue como un viento –dijo.
Agaché la cabeza, y dejé salir el aire que tenía guardado. Juanjo estaba hablando del viento, ¿sería el mismo que pasó por mi vida?
–¿Es un viento que llega de repente y se mete en todos lados? –pregunté.
–Sí, es ese.
–¿Y también susurra...?
–Mi viento susurraba –dijo Juanjo–. Pero no entendí lo que decía.
–Yo tampoco entendí.
Los dos vientos se mezclaron en mi cabeza.
Pasó un silencio.
–Un viento tan fuerte que movió los edificios –dijo él–. Y eso que los edificios tienen raíces...
Pasó una respiración.
–A mí se me ensuciaron los ojos –dije.
Pasaron dos.
–A mí también.
–¿Tu papá cerró las ventanas? –pregunté.
–Sí.
–Mi mamá también.
–¿Por qué lo habrán hecho? –Juanjo parecía asustado.
–Debe haber sido para que algo quedara en su sitio.
A veces, la vida se comporta como el viento: desordena y arrasa. Algo susurra, pero no se le entiende. A su paso todo peligra; hasta aquello que tiene raíces. Los edificios, por ejemplo. O las costumbres cotidianas.
–Si querés vamos a comer cocadas –le dije.
Porque Juanjo y yo teníamos un viento en común. Y quizás ya era tiempo de abrir las ventanas.
enero 23, 2018
Inteligencia Emocional entre las 10 cualidades que deberán presentar los candidatos en el CV en el año 2020
El Foro Económico Mundial elaboró un informe que especifica las cualidades que deberán presentar los candidatos en el CV en el año 2020. La creatividad, el trabajo en equipo y la capacidad de resolución de problemas complejos, algunos de los más importantes
El campo laboral será cada vez más exigente con los empleados
Las 10 habilidades que deberá contener el currículum para ser contratado para los puestos del futuro:
Flexibilidad Cognitiva
El reporte menciona este concepto, que incluye la creatividad, el pensamiento lógico y el grado de resolución de problemas. También significa poder adaptarse a la manera de comunicarse según a quién se está dirigiendo el mensaje, pensar de manera crítica de acuerdo a la persona con la que se está hablando, el poder de escucha y de respuesta.
Habilidades de negociación
Esta será una de las habilidades con más demanda en trabajos de informática, en puestos de análisis de datos y software. También será importante en las artes y en el diseño.
Servicio de orientación
Esto hace referencia a cómo el futuro empleado ayudará a los demás en el trabajo. ¿La persona asiste al equipo, a los altos directivos y a la gente de la industria? Es una característica fundamental para saber si la persona es buena trabajando en equipo.
Toma de decisiones
Mientras las organizaciones recolectan cada vez más información, habrá trabajo para aquellos que puedan analizar y tomar decisiones inteligentes. El buen juicio también incluye saber cómo manejarse con un colega, o incluso hacer alguna sugerencia a un manager.
Inteligencia emocional
La tecnología puede lograr muchos cometidos pero todavía no puede leer a las personas. Los empleados con esta habilidad en el currículum demostrarán una gran empatía que captará a las empresas.
Coordinar con otros
Nuevamente, esto se encuentra debajo del paraguas de las habilidades sociales. Significa ser capaz de colaborar, ajustarse en la relación con otros y ser sensible a las necesidades de los demás.
Las cualidades sociales son las que más buscarán los reclutadores en las entrevistas
Manejo de personas
Esto incluye la capacidad de motivar a las personas, desarrollar talentos y habilidades de los propios empleados y elegir a los mejores para determinado trabajo. Es algo que será especialmente más demandado para los gerentes y directivos.
Creatividad
Es una de las tres habilidades principales que los empleadores buscarán en el 2020, a pesar que desde hace muchos años es una de las más requeridas. Sin dudas será imprescindible alguien que pueda utilizar su ingenio y creatividad para nuevas estrategias, proyectos y productos.
Pensamiento crítico
A medida que lo automático aumenta, se hace también más fuerte la necesidad de que los empleados puedan implementar la lógica y el razonamiento. Esto es en parte porque las máquinas deben ser manejadas de manera ética y óptima. Los empleadores deben buscar personas con mentes críticas y que puedan evaluar el uso y el abuso de la tecnología.
Resolver problemas complejos
La tecnología puede hacer la vida más fácil, pero también puede volver las cosas más complejas. Es por eso que en el reporte hacen hincapié en la necesidad de personas que sepan resolver situaciones complejas.
Aquellos que se animen a patear el tablero y ser originales en el currículum serán los candidatos ideales para las empresas del mañana.
extracto de una nota de Infobae 23/01/2018
Curso on line de Inteligencia Emocional con especialización en la Empresa:
http://www.inteligencia-emocional.org/curso/index.htm
noviembre 23, 2017
septiembre 04, 2017
¿Desarrollas la Inteligencia Emocional de tus hijos?
Nota original:
http://emociones.eu/2017/05/aprendiendo-ensenar-emociones/
“Para enseñarte, primero debo empezar por mí” Inteligencia Emocional
Inteligencia Emocional en la Educación:“Aquello que para la oruga es el fin del mundo, para el resto del mundo se llama mariposa” (Lao Tse)
http://www.inteligencia-emocional.org/curso/index.htm
agosto 07, 2017
LA MENTE EMOCIONAL
La mente emocional es infantil ya que es categórica, todo es blanco o negro, para ella no existen los grises.
Impone el pasado sobre el presente, si una situación posee alguna característica o rasgo que se asemeje de alguna forma a un suceso del pasado cargado emocionalmente -que suscitó en nosotros gran emoción-, ante cualquier detalle que considere semejante, activa en el presente los sentimientos que acompañaron al suceso en el pasado, con el añadido de que las reacciones emocionales son tan difusas, que no nos percibimos el hecho de que estamos reaccionando de una determinada forma, ante una situación que probablemente no comparta más que algunos rasgos, con aquella que desencadenó esa misma reacción en el pasado.
Se auto justifica en el presente utilizando la mente racional, de forma que sin tener idea de lo que está ocurriendo, tenemos la total convicción de que lo sabemos perfectamente.
Cada emoción tiene su propio repertorio de pensamientos, sensaciones y recuerdos asociados, que el cerebro percibe y emite automáticamente sin control racional.
Así pues la visión de la realidad se modifica en función de la emoción que estemos sintiendo; lo que percibo no es lo mismo si me siento furioso o enamorado.
CURSO ON LINE DE INTELIGENCIA EMOCIONAL CON TUTORÍA PERSONALIZADA Y ESPECIALIZACIONES LABORALES . Informate acá:http://www.inteligencia-emocional.org/curso/index.htm
agosto 02, 2017
Tips de Habilidades Sociales
En este sentido, conocer a alguien por primera vez es una de esas circunstancias en donde creemos que nuestras emociones se encuentran más o menos apartadas o al menos bajo control. En una entrevista laboral, por ejemplo, creemos que todo es profesional y serio; o cuando coincidimos con una mujer o un hombre en una fiesta, igualmente asumimos un rol en donde queremos creer que todo está predispuesto: los intercambios, las conductas, las respuestas…
Pero no es así. Y muchas veces, cuando el encuentro no resulta en lo que queremos o suponíamos, se debe al efecto de nuestras emociones, a nuestro desconocimiento de la forma en cómo operan en nuestra vida y, en última instancia, a cierto tipo de traición por parte de ellas.
A continuación compartimos 5 sencillas técnicas de inteligencia emocional que invitan a tomar en cuenta esas emociones que se encuentran en un primer encuentro con alguien y que inciden sobre éste. Considerarlas es el primer paso para aprovecharlas a nuestro favor.
Demuestra entusiasmo genuino por el encuentro
Quizá nada que halague tanto a una persona como darse cuenta de que recibe el aprecio, la consideración o el respeto de otro, incluso si se trata de la primera vez que ambos entran en contacto. Una sonrisa amable, gestos de cortesía o la manifestación expresa de tu alegría por conocer a alguien puede ser una de las mejores formas de romper las barreras que suelen rodear el encuentro con alguien desconocido que tiene la posibilidad de adquirir importancia en tu vida.
Ofrece un elogio
Todos tenemos algo en lo cual destacamos. Si observas con atención y sabes escuchar, seguramente lo notarás en la persona a quien conoces: desde su estilo para vestir hasta su experiencia o los conocimientos que posee. Los elogios, además, pueden tener el efecto de aligerar una situación, o volver amable a quien se encuentra tenso.
Recurre a las preguntas abiertas
La conversación ha tenido fama de ser un arte, y quizá esto se vuelve más evidente cuando estamos con alguien que recién conocimos y con quien parece que no tenemos de nada de qué hablar. Con todo, avivar una conversación es más o menos sencillo, pues a fin de cuentas somos seres formados doblemente por la compañía y el lenguaje, lo cual es una forma de decir que hablar es otra de nuestras necesidades básicas. Cuando una plática amenace con irse a pique y convertirse en monólogo, formula preguntas cuya respuesta sea necesariamente abierta: ¿Qué te pareció?, ¿Cómo llegaste a eso?, ¿Qué aprendiste de esa situación?, ¿Qué fue lo que más te gusto de vivir esa experiencia?, etc.
Encuentra las coincidencias
Cuando nos sentimos conectados con otros, todo fluye mejor. Puede ser que esa persona a quien acabas de conocer también se ejercite con regularidad, o quizá le guste un autor a quien tú también has leído, o hayan visto ambos una misma película… Sea un hábito, un interés, un gusto o una cualidad, es muy probable que encuentres un rasgo afín que te permita ahondar ese vínculo que apenas comienza.
Llama a la persona por su nombre cuando te despida (¡y procura no olvidarlo!)
de la página web:
http://pijamasurf.com
CURSO ON LINE DE INTELIGENCIA EMOCIONAL Y HABILIDADES SOCIALES
Informate acá: http://www.inteligencia-emocional.org/curso/index.htm
julio 17, 2017
junio 19, 2017
Curso on line de Inteligencia Emocional y Habilidades Sociales
Habilidades Sociales es una del cinco habilidades prácticas de la Inteligencia Emocional.
INFORMES EN EL SIGUIENTE LINK:
http://www.inteligencia-emocional.org/curso/index.htm
junio 10, 2017
Porque te amo, te odio
J. D. Nasio
Tanto el amor como el odio son sentimientos muy primitivos, muy básicos en la constitución del psiquismo y, por esa misma razón, pueden ser altamente contaminados por diferentes circunstancias por la que transcurre la vida de un individuo, y que no siempre provienen de la pareja de turno. Pero en esta oportunidad me referiré a algunas de las formas en que este sentimiento suele desplegarse en la vida amorosa de las parejas.
A primera vista, tanto el amor como el odio son dos sentimientos fundamentales que hasta podríamos llamarlos complementarios.
En la clínica con parejas se comprueba constantemente la aparición del odio hacia el otro, que puede provenir de diferentes circunstancias: celos, desaprobaciones reiteradas, ataque a la autoestima del partenaire, sentimientos de sentirse dominado y/o controlado por el otro, etc.
Uno de los tantos males del “amor romántico”, que prevalece aun en gran parte del mundo, es hacer creer a las parejas que se puede convivir en un constante o casi permanente clima de armonía, donde fluya la corriente amorosa de manera ininterrumpida, creando, de esa manera, una expectativa falsa que luego se traduce en frustración y malestar al no poder cumplir con ese ideal. Lo corriente es que se llega a sentir no sólo odio sino también dolor.
Hasta podríamos llegar a afirmar la necesidad de un “odio funcional” en las parejas. Es que, a través de él, sin que los participantes sean muy conscientes de ello, logran diferenciarse, adquieren autonomía. Este odio funcional es también el encargado de producir, de tanto en tanto, distanciamientos, que suelen ser muy necesarios y beneficiosos para la supervivencia vincular. Las parejas denominadas “simbióticas” sufren, precisamente, si perciben ese distanciamiento, y es por ello que podemos señalar un empobrecimiento vincular.
El odio tal vez está más cerca del deseo que el amor. Cuando se desea y el objeto de deseo se rehúsa, sobreviene el odio. Pero también la distancia que genera el odio con el objeto amado favorece la emergencia del deseo. Parece paradojal, pero es necesario muchas veces, que se produzca ese intervalo, esa “hiancia”. Del desencuentro al encuentro hay un resurgimiento del deseo. Por eso muchas parejas incrementan más su deseo en la reconciliación de una pelea cotidiana. Otras, usan la pelea como mecanismo constante para luego producir buenos encuentros sexuales.
Entre dichos y frases...
El odio es el caudillo del cambio. Mientras que el amor es el patrono de la estabilidad. Del odio al amor hay un paso, del amor al odio un instante. El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro... No se odia mientras se menosprecia. No se odia más que al igual o al superior.Friedrich Nietzsche
El hombre que ha perdido la aptitud de borrar sus odios está viejo, irreparablemente.
José Ingenieros
Se está acabado, se es un muerto en vida, no cuando se deja de amar, sino de odiar. El odio conserva: en él, en su química, reside el “misterio” de la vida. Por algo es el mejor tónico nunca encontrado, tolerado además por cualquier organismo, por débil que sea.
Cioran
L’ “hainamoration” (Lacan). ¡¡Te amo de la manera más repugnante, te odio hermosa y deliciosamente!! El más grande amor acaba en el odio.
Borges decía: “No nos unió el amor sino el espanto, será por eso que la quiero tanto”.
Soledad. Perdí la luz de tus ojos, dejé de mirarlos al amanecer. En vano mi mano recorre tu espacio en la cama y sólo encuentra el frío de tu ausencia en las sábanas. Te odio cuando no estás. El onceavo mandamiento: odiarás a tu prójimo como a ti mismo.
Mara Echeverría
El odio en psicoanálisis
Para el psicoanálisis, el odio es una pasión del sujeto que busca la destrucción de su objeto. Pero hay una diferencia fundamental entre el odio como desvelamiento del saber y el odio como rechazo del ser. El primero puede dar lugar a la lucidez que hace progresar el saber, mientras que el segundo apunta ciegamente a la destrucción del otro. Lacan hablaba de las tres pasiones del ser: amor, odio e ignorancia. Para S. Freud el odio es un hecho clínico fundamental. De él esboza el origen psíquico y las consecuencias sociales. Junto con el amor, las llama “las fuerzas maestras desplegadas por el yo en su lucha con el mundo externo, a fin de afirmarse, conservarse y sobrevivir”.El sujeto odia, detesta y persigue, con la intención de destruir a todos los objetos que son para él una fuente de displacer, inclusive las figuras familiares más cercanas (padre, madre, hermanos…). La relación con el mundo exterior extraño, que aporta excitaciones, está marcada entonces por este odio primordial. Forman parte de esa exterioridad extraña todos los objetos sexuales cuya presencia o ausencia el sujeto al principio no domina. La obligación convencional de amar al prójimo provoca la represión de los pensamientos de odio y, a menudo, suele reaparecer disfrazado en los sueños como la muerte de seres queridos.
No nos olvidemos que para Freud el odio al padre está en el origen de la ley simbólica de la interdicción, es decir, del lazo social. Freud insiste también en la tendencia natural del hombre a la maldad, la agresión, la crueldad y la destrucción, que viene del odio primordial y tiene incidencias sociales desastrosas. Pues el hombre satisface su aspiración al goce a expensas de su prójimo, eludiendo las interdicciones. Explota sin resarcir, utiliza sexualmente, se apropia de los bienes, humilla, martiriza y mata. Como debe renunciar a satisfacer plenamente esta agresividad en sociedad, le encuentra un exutorio en los conflictos tribales o nacionalistas.
Lacan destaca, sobre todo, la dimensión imaginaria del odio según dos registros distintos: el odio celoso y el odio del ser. El hermano, la hermana y más en general toda persona rival son objeto del odio celoso. En el paranoico permanece este odio de la imagen del otro sin acceder al deseo. Es el doble, el perseguidor que conviene eliminar. Todos, de alguna manera, atravesamos alguna vez en nuestra vida momentos en donde deberíamos eliminar a nuestro “competidor”.
En su otra vertiente, el odio tiene un lazo profundo con el deseo de saber. Para Freud, nuestro placer y nuestro displacer dependen en efecto del conocimiento que tenemos de algo real tanto más odiado cuanto que es desconocido. Lo real es entonces sobrestimado por la amenaza que representa. El odio participa así de la inventiva del deseo de saber.
La alternancia de odio y amor... esa “enamorodiación”
“El odio es, en su relación con el objeto, más antiguo que el amor.”S. Freud
El odio puede ser un sentimiento lúcido. Es una emoción causada por todo aquello que incita al alma a separarse de lo que puede resultar perjudicial. Descartes decía que todas las pasiones pueden ser provocadas en nosotros, sin que nos percatemos en absoluto de si el objeto que las causa es bueno o malo. Pero cuando una cosa nos parece buena con respecto a nosotros, es decir, conveniente para nosotros, eso nos hace tener amor por ella; y cuando nos parece mala o perjudicial, eso nos excita al odio. Algo parecido decía B. Spinoza.
Y además, podría afirmarse que habría dos clases de odio: una especie referida a las cosas malas y otra a las feas, esta última puede llamarse horror o aversión.
“El primer dolor despierta el primer odio”. Así como el niño ama a quienes les deparan placer, odia a quienes tratan de impedírselo. La sustracción de placer se transforma en dolor, y éste, en odio. Para W. Stekel, seguidor de Freud, si bien a primera vista el amor constituye la fuerza central de la existencia, el odio es en realidad el motor de todo acaecer. Se dice “No hay amor sin odio”, frase más fácil de entender que “No hay odio sin amor”.
La ambivalencia ha sido otra vertiente de acceso a la comprensión de este sentimiento. La mudanza de la pulsión en su contrario se da en la transposición del amor en odio, que con frecuencia se presentan dirigidos al mismo objeto en forma simultánea. Este concepto fue elaborado por E. Bleuler y retomado luego por K. Abraham y por S. Freud. Bleuler consideró la ambivalencia en tres terrenos. Volitivo: por ejemplo, el individuo quiere al mismo tiempo comer y no comer; intelectual: el individuo enuncia simultáneamente una proposición y su contraria; afectivo: ama y odia en un mismo movimiento a la misma persona. Considera la ambivalencia como uno de los síntomas cardinales de la esquizofrenia, pero reconoce la existencia de una ambivalencia “normal”. Decía Bleuler que “el sujeto normal siente dos almas en su pecho: teme un acontecimiento y lo anhela al mismo tiempo”. Se podría decir, también, que es un conflicto motivacional que se produce cuando el sujeto es simultáneamente atraído y repelido por la misma meta o deseo. Para M. Klein, era la descripción de un fenómeno evolutivo del desarrollo, que permite al niño comenzar a captar lo contradictorio y a estructurar los procesos de simbolización. Es un proceso de integración de lo bueno y lo malo en un solo objeto.
La ambivalencia se descubre, sobre todo, en determinadas enfermedades (psicosis, neurosis obsesiva), así como en ciertos estados (celos, duelo); y caracteriza algunas fases de la evolución de la libido, en las que coexisten amor y destrucción del objeto (fases sádico-oral y sádico-anal).
El odio puede adquirir un carácter erótico, garantizando la continuidad del vínculo amoroso. También hay odio en la ruptura amorosa: desde el lugar donde estaba el goce, en eso que fue perdido, parte el odio. Un odio intenso luego de un amor intenso. Un amor al cual se le deniega la satisfacción y se torna en odio. De esto no se salva ni el más grande amor. Freud también observa en el sentimiento de culpa, la expresión de un conflicto, de una lucha entre Eros y la pulsión de destrucción.
Lacan habló del amor y el odio, como de la ignorancia, diciendo que se trataba de las pasiones del ser, lo que quiere decir que son afectos efectos de la falta de ser. Ha desarrollado la idea de que el amor, el odio, la ignorancia, surgen, son afectos generados por la falta de ser que el sujeto percibe en sí mismo.
Como bien resume C. Soler: el amor es una relación al Otro no como simple lugar del lenguaje, pero el Otro marcado con una falta también. Es decir que el amor se instaura en una relación de una falta a otra falta. La falta de ser del sujeto y la falta de ser del Otro. El sujeto se establece entonces por esa carencia: el deseo vaga entre los objetos, sin alcanzar un objeto último que lo colme. Ser sujeto supone, por tanto, vivir en una falta constante, en una hiancia (hiancia: brecha, abertura, grieta, orificio...)
En cuanto al odio, no hay que pensarlo como si fuera la contracara del amor, hay un odio que va junto con el amor, (sería odio-enamoramiento, u odioenamoración). Es una mezcla de amor-odio, en cuanto el amor decepciona, desilusiona. Pero Lacan siempre ha sostenido que el odio, el odio verdadero, no es el revés del amor. Nos señala: “el verdadero amor desemboca en el odio” Eso no dice que el odio es la otra cara del amor, eso dice que el odio es el sucesor del amor, no es lo mismo.
Si la relación de sujeto a sujeto mueve al amor, la relación de ser a ser conduce al odio porque se dirige al goce. Su goce (el del otro/a) nos excluye, nos deja afuera. Cuando entra en escena el goce de cada uno, se rompe toda ilusión de compañía. Y además, el odio es un sentimiento más estable y radical que el amor porque no depende de un discurso que lo sostenga. Por esa razón Lacan creó el neologismo odioenamoramiento, para indicar ese punto crucial de reversibilidad del amor en odio que transforma al partenaire en algo insoportable. Todo aquello que en algún momento anterior nos fascinaba de la otra persona, puede tornarse en insufrible y odiado.
Ocurre, a veces, que odiamos a aquel que amamos cuando se nos ha convertido en algo necesario, y ese sentimiento de dependencia vital nos lleva inevitablemente hacia el odio.
En las religiones también podemos apreciar esa mezcla entre el odio y el amor. A pesar de que declamen como valor supremo al amor, la crueldad y la intolerancia está siempre lista a aparecer frente a aquellos que no compartan esa creencia (fe) que aglutina. Además la historia tiene infinitos ejemplos de odio y muerte en nombre de la “defensa religiosa” e implantación de un credo.
Sería injusto cerrar este artículo sin referirme al binomio amor y misoginia que prevalece en todas las culturas patriarcales, que ha ocasionado la opresión de la mujer y a veces hasta la muerte de ellas, de esas mismas que alguna vez vieron en su victimario al “amor de su vida”.
“...millones de mujeres maltratadas por posesión y expropiación, por amor o por celos, torturadas y sometidas a violencia sexual, física, psicológica, económica o patrimonial en su casa, en la calle, en su comunidad, en torno de su escuela o su trabajo”.
Con mucha agudeza, Carmen Gallano compara el odio al otro sexo con el odio racista, el que no tolera la diferencia, al inmigrante, a lo extranjero.
Quizás en la pareja humana, la extrañeza del goce del otro, en su radical diferencia, sea la puerta que abra la instalación del odio por el otro.
Psicólogo psicoanalista. Autor de Amores y Parejas en el Siglo XXI. Ed. Letra Viva.
PUBLICADO EN PAGINA 12
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abril 11, 2017
10 claves para entender el fenómeno del coaching
Los coaches invaden empresas, la televisión y la educación, entre otros ámbitos. Infobae dialogó con una especialista para determinar de qué se trata la profesión, cuáles son sus características y quiénes pueden realizarla
La palabra "coach" apareció de un día para otro y se instaló. Sus usos son múltiples, se puso de moda en la tele, en las empresas, en los grupos de baile y, pareciera, que cualquiera puede "coachear".
3. ¿Por qué se contrata a un Coach, qué beneficios aporta?
4. ¿Quiénes contratan un Coach y por qué?
6. ¿Cómo son las sesiones? ¿Cuánto dura el proceso? ¿Qué herramientas utiliza el Coach?
7. ¿Para qué hace tantas preguntas?
8. ¿El coaching crea dependencia? ¿Es una moda?
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